¿Qué es una reestructuración empresarial?

La reestructuración empresarial es un proceso clave para adaptar un negocio a nuevas circunstancias, mejorar su eficiencia y evitar problemas más graves como la insolvencia. A continuación, abordaremos las preguntas más comunes sobre este proceso.

¿Qué es una reestructuración empresarial?

Una reestructuración empresarial es un conjunto de cambios profundos dentro de una empresa, que afecta aspectos financieros, operativos o estructurales. El objetivo es mejorar la competitividad y la eficiencia de la empresa, preparándola para enfrentar desafíos como deudas elevadas, cambios en el mercado o problemas de gestión. La reestructuración puede implicar la renegociación de deudas, la venta de activos no esenciales o la reorganización de departamentos y personal.

¿Cuándo puede ser conveniente acudir a una reestructuración?

La reestructuración puede ser conveniente en varias circunstancias:

• Pérdidas financieras continuas: Cuando una empresa experimenta pérdidas de forma sostenida y su rentabilidad se ve afectada.
• Deuda excesiva: Si los niveles de deuda son insostenibles y la empresa tiene dificultades para cumplir con sus obligaciones de pago.
• Cambios en el mercado: La reestructuración puede ser necesaria cuando el modelo de negocio ya no es viable debido a cambios en la demanda del mercado o la aparición de nuevos competidores.
• Problemas operativos: Falta de coordinación interna o ineficiencias que impiden a la empresa operar de manera óptima.

Es esencial actuar con anticipación para evitar llegar a un punto donde la insolvencia sea inevitable.

¿Qué ventajas existen frente a un concurso de acreedores?

Uno de los mayores beneficios de la reestructuración empresarial es que permite a la empresa anticiparse al concurso de acreedores, ofreciendo alternativas que pueden evitar su declaración. Algunas de las ventajas incluyen:

• Preservar el control: En una reestructuración, los propietarios y directivos de la empresa mantienen el control sobre las decisiones estratégicas, mientras que en un concurso, las decisiones importantes pueden estar sujetas a la aprobación de administradores concursales.
• Evitar la estigmatización: Acudir a un concurso de acreedores puede generar una percepción negativa entre los socios, inversores y clientes. La reestructuración, en cambio, es vista como una medida proactiva.
• Mayor flexibilidad: La reestructuración ofrece más margen de maniobra para renegociar términos con los acreedores, mientras que el concurso sigue un procedimiento más rígido y regulado.
• Menos impacto financiero: Evitar los costes asociados al concurso, como los honorarios de los administradores concursales y los gastos judiciales.

Es importante destacar que la reestructuración no siempre lleva a un concurso de acreedores. Muchas veces, puede ser suficiente para estabilizar la empresa y volverla rentable sin necesidad de acudir a dicho procedimiento.

¿Cómo puede ayudarte contar con un abogado de confianza a la hora de plantear una reestructuración?

Contar con un abogado de confianza es crucial en cualquier proceso de reestructuración. Un abogado mercantil especializado puede:

• Evaluar la situación jurídica y financiera: Te ayudará a determinar si una reestructuración es la opción más adecuada, evitando la insolvencia o un concurso de acreedores innecesario.
• Negociar con acreedores: Un abogado experto tiene la experiencia para llevar a cabo negociaciones complejas con los acreedores y lograr acuerdos que sean viables para la empresa.
• Proteger los intereses de la empresa: Garantizará que cualquier cambio estructural o contractual cumpla con la normativa y proteja los intereses de la empresa y sus propietarios.
• Evitar riesgos legales: Un abogado puede identificar riesgos potenciales y elaborar soluciones que reduzcan las probabilidades de problemas futuros.

En este sentido, contar con Globalway Abogados es clave para empresas que buscan reestructurar su negocio en Barcelona y más allá.

¿A qué aspectos afecta una reestructuración?

Una reestructuración puede afectar múltiples áreas de la empresa, incluyendo:

• Finanzas: Renegociación de deudas, mejora de la liquidez, o búsqueda de nuevas fuentes de financiación.
• Operaciones: Reducción de costos operativos, cierre de áreas no rentables o implementación de nuevas tecnologías.
• Personal: Reestructuración de la plantilla, despidos o reasignación de funciones.
• Modelo de negocio: Adaptación del modelo de negocio a nuevas realidades del mercado o cambios en la demanda de los clientes.

¿Cómo puede ayudar una reestructuración a conseguir los objetivos en el caso de startups?

Para startups, la reestructuración puede ser una herramienta poderosa para:

• Optimizar recursos: En fases tempranas, muchas startups se enfrentan a problemas de liquidez o exceso de gasto. Una reestructuración puede optimizar los recursos disponibles y enfocarlos en las áreas más rentables.
• Renegociar inversiones: En casos de startups que dependen de inversores externos, una reestructuración puede facilitar la renegociación de términos con los inversores, mejorando el acceso a capital.
• Pivotar el modelo de negocio: La flexibilidad de una startup le permite ajustar rápidamente su modelo de negocio, y una reestructuración puede ser clave para adaptarse a un mercado en evolución.

¿Es posible realizar una reestructuración sin acudir a un concurso?

Sí, es totalmente posible y, de hecho, recomendable en muchos casos. Las empresas que anticipan sus problemas financieros tienen muchas más posibilidades de éxito si reestructuran antes de verse forzadas a declarar concurso. En muchos casos, la reestructuración es suficiente para solventar los problemas financieros y operativos de la empresa, sin tener que llegar a una situación de insolvencia formal.

Conclusión

La reestructuración de empresas es un proceso esencial para cualquier negocio que enfrente desafíos financieros u operativos. Contar con el apoyo de Globalway Abogados, expertos en reestructuración de empresas y concursos de acreedores en Barcelona, garantiza que se tomen las decisiones correctas en el momento adecuado. Al adelantarse al concurso y reestructurar a tiempo, las empresas pueden proteger sus intereses y asegurar su viabilidad a largo plazo.